Mi experiencia en el sistema AICLE/CLIL. ¿Qué es? ¿Funciona?

Portada del Proyecto CLIL del CEIP Rafael Gaviño del Bosque

En todo el periodo de la ESO, desde primero hasta cuarto de secundaria obligatoria, participé en el programa CLIL de mi instituto. En aquella época lo elegí porque me permitía estar con mis amigos del colegio que también habían sido seleccionados para participar en el mismo programa, además de que prometían que mi nivel de inglés mejoraría sustancialmente, y aprendería a comunicarme mucho más rápido en esta segunda lengua extranjera. Sin embargo, pese a que en teoría toda la experiencia pareciera ser positiva, a la hora de aplicarla a la vida real del aula, empiezan a surgir los problemas. Pero primero, ¿qué es el programa AICLE/CLIL?

Aprendizaje Integrado de Contenido y Lengua Extranjera (Content and Language Integrated Learning)

Esto es lo que significan las siglas AICLE/CLIL. En resumen, es un sistema novedoso para aplicar en el aula de secundaria que consiste principalmente en usar como lengua vehicular alguna de las segundas lenguas que se ofertasen en el centro donde se iba a impartir el programa en asignaturas que no tenían que ver con lengua extranjera. Es decir, utilizar la segunda lengua extranjera a lo largo de toda la jornada académica con la intención de que el alumnado desarrollara más rápidamente una competencia comunicativa en esta lengua al estar muchas más horas expuesto a ella, además de ganar vocabulario específico de materias concretas que se consideran como vocabulario de nivel avanzado o de especificación. Estos de abajo son los objetivos del proyecto AICLE/CLIL de este año para la Comunidad Autónoma de Canarias, donde estudié:

Objetivos del Programa AICLE, Conserjería de Educación, FP, Actividad Física y Deportes del Gobierno de Canarias


En mi caso concreto, mi año correspondiente a primero de la ESO fue uno de los primeros años en los que se implantó este sistema para una única clase en cada curso y solo para lengua inglesa. Como el proyecto estaba empezando, a medida que fueron avanzando los años se iban incorporando asignaturas para impartirlas en lengua inglesa. Así pues, mientras que las únicas asignaturas que di en lengua inglesa en primero fueron Tecnología y Ciencias Naturales, ya para cuarto daba Tecnología, Biología y Geología, Física y Química, Matemáticas, Informática, Geografía e Historia y Cultura Clásica, por lo que el currículo en inglés creció exponencialmente en cuestión de unos pocos años, llegando al punto de que las únicas asignaturas que no recibía en inglés fueron Lengua Castellana y Literatura, Educación Física y Ética. A priori parecería que el sistema tiene potencial para cumplir con su objetivo de mejorar la función comunicativa en la lengua meta. Sin embargo, considero que no solo los resultados sino también la experiencia académica han sido más bien pobres por las siguientes razones:

Segregación y exclusividad, privilegios e inexistencia de libre elección:

El sistema AICLE/CLIL es un sistema que según lo que yo he visto segrega a los alumnos con mejor expediente para que estén todos juntos en una clase. Como el único criterio que se sigue para la posibilidad de participar en el programa era el de la nota, si te aceptaban lo hacían con una premisa competitiva: "si no continúas en este nivel, alguien de otra clase te puede sustituir". De esta manera, la clase AICLE/CLIL estaba en una posición de exclusividad dentro del instituto, que gozaba de ciertos privilegios de actividades, usos de las instalaciones en el proceso de aprendizaje, participación en proyectos y becas o un trato favorable por parte del profesorado, por el mero hecho de pertenecer a la "clase bilingüe". Esto hizo que la socialización con el resto de compañeros de otras clases fuese complicada, puesto que el ambiente tenso fruto de esa competitividad subyacente era origen de muchísimas discusiones con gente que quería entrar al proyecto AICLE/CLIL. Al profesorado ejecutivo del centro nunca le importó esta situación, puesto no tampoco querían que los alumnos de la "clase bilingüe" se mezclaran demasiado con otras clases más problemáticas, que "pudieran afectar a sus hábitos normales de estudio y a su nivel de competencia académica". Todo esto en un instituto completamente público.

Aparte de este problema, que tiene más bien que ver con la experiencia adolescente y con la vida en el instituto, en el ámbito académico esta situación de exclusividad tampoco nos favorecía a los que participábamos en AICLE/CLIL, puesto que no teníamos libertad a la hora de elegir itinerario o asignaturas optativas. Como el equipo directivo no quería separar a los alumnos del proyecto, a la hora de pasar de segundo a tercero y de tercero a cuarto (años en los que hay que elegir itinerario y optativas), nos obligaron a ponernos de acuerdo y votar para elegir las asignaturas que queríamos cursar, para que todos compartiéramos el mismo itinerario. De esta forma, las personas que no querían el itinerario que había salido ganador, tenían la oportunidad de cambiar de itinerario siempre que quisieran, pero avisaban de que haciéndolo, debían de ceder su derecho a participar en le proyecto ACILE/CLIL, por lo que muchos se quedaron.

Comprensión insuficiente del temario:

El utilizar la lengua inglesa como lengua vehicular entorpecía por completo el aprendizaje normal en el aula, teniendo que dar por explicadas cosas de las que ningún alumno entendió porque la explicación en inglés contenía conceptos que no habíamos dado ni siquiera en la asignatura de lengua inglesa, o bien teniendo que explicar ambas cosas una segunda vez, esta vez en español para que el aprendizaje fuese fructífero. Y es que vocabulario tan específico que ni siquiera se había dado en español, difícilmente se iba a entender en inglés.

Profesorado poco capacitado:

A estos problemas se le suma el hecho de que muchos de nuestros profesores, debido a que el inglés no era su especialidad, su nivel no se correspondía con el que se supone que se trata de conseguir con el proyecto AICLE/CLIL. En ocasiones esto entorpecía el aprendizaje también, porque tampoco se hacían entender con facilidad incluso en lengua inglesa, pero desde el punto de vista del estudiante, la mayoría de las veces agradecíamos que estos profesores ignorasen la lengua inglesa y dieran la clase en español. La diferencia en nuestra comprensión era abismal a cuando daban la clase en inglés.

En definitiva, la situación actual

Buscando información para escribir esta entrada, he visto que el programa ahora no solo se hace en otras lenguas, como el alemán y el francés, sino que también se ha empezado a hacer en colegios de primaria. Ante esta situación, yo solo espero que la experiencia dentro del aula haya cambiado con respecto a cuando estudié yo la etapa secundaria. Y ustedes, ¿conocían el proyecto AICLE/CLIL?


Comentarios

  1. Hola, Jonay:

    Muchas gracias por compartir tu experiencia dentro del sistema AICLE/CLIL. La verdad es que creo que no conocía a nadie que hubiese formado parte de este programa, así que me resultaba una realidad bastante ajena. Me ha gustado mucho poder conocer en qué consiste y he re admitir que hay algunos aspectos que me han sorprendido un montón (para mal).

    Siempre he estado bastante en contra de la moda de impartir alguna asignatura que no sea la propia materia de esa lengua extranjera en inglés. A mí por edad no me pilló, pero mi hermana pequeña tuvo Educación Plástica y Educación Física durante un par de cursos de la ESO en inglés. Personalmente me parece un tontería como una catedral y lo veo de todo menos útil. Yo parto de la base de que el alumnado tiene que ir adquiriendo progresivamente los conceptos en su lengua materna (o lenguas maternas , dado el caso). Solo de esta forma considero que se puede construir el conocimiento. Si a una alumna de Vigo de 9 años que no ha estudiado, por ejemplo, los solsticios y equinoccios en su vida, flaco favor le estaríamos haciendo si se lo explicamos en inglés porque lo más probable es que le suene a chino. Estoy totalmente de acuerdo contigo en que no resulta para nada fructífero. En mi opinión, primero el alumnado debería entender los conceptos en su(s) idioma(s) maternos y ya después cuando le haga falta (si le hace falta), en otros.

    Además, poco se habla de lo injusta que es esta situación para los docentes. Probablemente haya profesores buenísimos en lo suyo en sus lenguas maternas que se ven muy limitados al tener que impartir su asignatura en inglés. Me parece que se trata de una forma de desaprovechar el potencial del personal docente y que el alumnado es el principal damnificado de esta situación, porque la calidad de su aprendizaje puede verse mermada considerablemente.

    Mi experiencia aprendiendo otros idiomas me ha permitido observar que es fundamental tener una buena base en tus idiomas maternos para poder construir el aprendizaje de cualquier otra lengua mediante la comparación. Y esa buena base, en mi opinión, no solo engloba un dominio de la gramática, el vocabulario, la sintaxis, la morfología y demás; sino que también está muy relacionada con todo lo que vamos aprendiendo a lo largo de nuestras vidas y que nos permite entender el mundo. Creo que la(s) lengua(s) maternas son los cimientos para el aprendizaje de lenguas extranjeras y sin unos buenos cimientos es por todos sabido que no se puede edificar.

    Por otra parte, lo que me ha parecido la gota que colma el vaso es el carácter elitista que comentas. No me parece nada bien que se fomente ese tipo de actitudes competitivas en los centros escolares. Miedo me da que ahora el sistema AICLE/CLIL ya esté implantado en más idiomas y que se extienda también a la Educación Primaria.

    Un abrazo,

    Elena

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