Mediación en el japonés: Utilidad para practicar el Keigo en Lengua Extranjera

El concepto de "Mediación" es uno del que no estaba muy familiarizado hasta llegar a este Máster, puesto que desconocía por completo los cambios que sufrió recientemente el sistema de certificación de lenguas de las EOI en España, donde se han implementado dos pruebas (una oral y otra escrita) de mediación con bastante peso en la nota final de la certificación. Sin embargo, pese a que considero que la mediación es una habilidad extremadamente útil cuando se trata de usar una lengua extranjera en su contexto, personalmente sigo siendo algo escéptico sobre la utilidad que tendría darle tanta importancia numérica a la hora de certificar una lengua. Aún así, desde el momento en el que me explicaron por primera vez el concepto de mediación, algo hizo click en mi cabeza, relacionándolo instantáneamente con un elemento característico del aprendizaje del japonés como lengua extranjera: el Keigo.

Así es, vuelvo a hablar del Keigo. Para esta parte de la asignatura de Didáctica es la primera vez que lo menciono, pero quizás sea ya la tercera o cuarta vez que menciono al Keigo en las entradas de este blog. Debido a que es la primera vez de esta asignatura, abriré esta entrada con una pequeña explicación sobre lo que es el Keigo y lo que supone tanto para hablantes nativos como para estudiantes de Japonés como lengua extranjera.

El Keigo es el lenguaje honorífico, el pináculo de la formalidad en japonés, que se considera muchas veces como un lenguaje aparte del japonés estándar que se hablaría en un contexto general. Se utilizan formas verbales, tiempos y vocabulario inexistente en el japonés estándar, y su uso se ve también condicionado en función de la persona a la que va dirigida una expresión verbal. Según la intención que tengamos (elevar la posición de nuestro interlocutor para favorecer su figura o rebajar nuestra propia posición para aparentar ser más humildes), el Keigo se divide en Sonkeigo (Lenguaje honorífico) y Kenjougo (Lenguaje humilde), que difieren de igual manera en el vocabulario y las conjugaciones que se utilizan entre ambos. En definitiva, es una parte del lenguaje que quizás en otros idiomas sea más sencilla de dominar que en el japonés, lengua en la que encima se debe de usar de manera obligatoria en determinados contextos (laborales, académicos o político-sociales). Debido a su dificultad, incluso los japoneses nativos compran y utilizan en su casa manuales sobre el uso de Keigo para refrescar la memoria si lo necesitasen en algún punto de sus vidas. Aquí les dejo una guía bastante clara por si a alguien le interesara ver cómo se utiliza.

Dicho esto, el Keigo constituye una parte inevitable del lenguaje japonés que se hace muy dura de estudiar como lengua extranjera, debido a la falta de equivalencias en nuestra primera lengua. Por ende, como he dicho en otras entradas del blog, considero personalmente que el aprendizaje del Keigo debe de darse de forma transversal en los diferentes niveles en los que se enseña japonés, e ir introduciéndolo en el vocabulario del estudiante de manera paulatina. La pregunta ahora es: ¿cómo se puede practicar el Keigo en niveles básicos o de manera interactiva? La actividad que hicimos en la parte de Didáctica relacionada con las actividades de lengua (en específico la actividad de mediación) es quizá un buen comienzo para ello.


La actividad que diseñamos de manera grupal en la asignatura de Didáctica es una de mediación que tiene como protagonista al Keigo y la utilidad de la mediación para explicar qué significan determinadas expresiones que pueden ser comunes en un entorno laboral totalmente plausible para un estudiante de japonés en lenguaje estándar. La utilidad que le vemos a la mediación es la posibilidad de explicar estos conceptos tan alejados de la lengua común y estándar en lengua meta, favoreciendo la metacognición y logrando estudiar y practicar el Keigo (viendo su utilidad de manera visual) a la misma vez que se habla japonés, sin usar la lengua vehicular en ningún momento.

Mediante el uso de una actividad de "role-play" metemos en situación al alumnado, que tendrá que imaginarse una situación en la que la traducción de expresiones formales a lenguaje estándar sea el objetivo principal de la actividad, metiéndose en el papel dentro de una situación totalmente plausible. Tal y como dice Eric Bray en este artículo, hacer actividades de role-play puede salir espectacularmente o ser un fracaso total. Por lo tanto, para evitar lo máximo posible el fracaso de la actividad, el papel del docente deberá de ser un guía que dé claridad y concesión a las instrucciones de la actividad, para que los alumnos se puedan sentir a gusto y sin dudas de la manera en la que se desarrolla la actividad.

Haciendo esto hemos conseguido aplicar la medicación a una actividad lingüística oral de forma en principio exitosa, practicando al mismo tiempo cuestiones gramaticales y pragmáticas, insertando la cultura de la formalidad e idiosincrasia japonesa dentro de la enseñanza del japonés como L2. Por último ahora lo único que faltaría por hacer sería reflexionar sobre la evaluación de dicha actividad, pero eso será asunto de la próxima entrada del blog. Espero que les haya parecido interesante nuestra propuesta de actividad y nos vemos en la próxima entrada. またね!(¡Hasta otra!)


Comentarios

  1. Hola Jonay!
    He disfrutado mucho leyendo tu entrada, especialmente porque creo que se complementa muy bien con la mía propia sobre este mismo tema.
    Creo que los dos partíamos de un desconocimiento sobre la mediación bastante importante, por lo que todo lo que hemos ido aprendiendo a su respecto ha sido fuera del plano teórico y en base a nuestra propia experiencia, sin saber muy bien dónde comenzaba esa mediación que, ahora, ya sabemos identificar bajo otros estándares.
    Tal y como dices, uno de los aspectos de la gramática japonesa en los que la mediación resulta interesante es el de la formalidad y el uso del Keigo. Creo que el ejercicio que planteamos de forma conjunta en clase trabaja adecuadamente esta mediación, como tú también señalas. Sin embargo, no conocía esa reticencia al uso del role-play en el aula de japonés. Le he echado un vistazo al artículo que enlazas, y me ha resultado interesantísima la reflexión que se hace al respecto. Creo que este tipo de textos nos permite, como futuros docentes de lengua japonesa, entrar en contacto con métodos de enseñanza de la lengua muy variados y saber cómo adecuarnos a cada grupo y alumno de forma completa e individualizada.
    Por último, me gustaría señalar que me ha parecido muy interesante esa reflexión que haces acerca del peso numérico de la mediación en el global de la nota, especialmente en el caso de la lengua japonesa, nuestra lengua de trabajo. Estoy deseando leer tu siguiente entrada sobre el tema de la evaluación y ver todo lo que opinas acerca de ese tema.

    ResponderEliminar
  2. ¡Hola, Jonay!
    Para mí la mediación también es un concepto nuevo que no conocía antes de llegar al máster y este tema me resultó muy esclarecedor, aunque es cierto que es un tema que me plantea dudas por las repercusiones que puede tener.

    Antes de tu entrada, nunca había escuchado hablar del Keigo y me ha resultado muy interesante. aunque me sorprende la dificultad que representa incluso para los japoneses, tanto que se considera un lenguaje dentro de otro, como mencionas.

    Volviendo a la mediación, si la mediación interlingüística del Keigo me parece un ejercicio sumamente difícil para un nativo, no me quiero imaginar el desafío que puede suponer realizar una mediación interlingüística del Keigo para una persona que aprende japonés como lengua extranjera, ya que exige un enorme conocimiento del mismo, no solo desde el punto de vista gramatical y de vocabulario, sino también de los aspectos culturales relacionados, lo cual me parece complejísimo para un aprendiente. Y si el Keigo se emplea en entornos extremadamente formales en los que un error de mediación puede dar lugar a un conflicto o un problema, ¿dispone el aprendiente de la suficiente formación para enfrentarse a ella con suficiente conocimiento de todo lo que implica y de sus posibles repercusiones? Esta es solo una de las dudas que me plantea la mediación, si te interesa saber más sobre las demás, te animo a que te pases por mi blog. ¡Un saludo!

    ResponderEliminar
  3. Buenas tardes, Jonai:

    Primero, me ha parecido muy interesante tu entrada, sobre todo por la temática que tratas específica del japonés, algo muy nuevo para mí, pero que me llama mucho la atención.

    Estoy de acuerdo contigo cuando te muestras escéptico ante la mediación y su alto porcentaje en la evaluación de la EOI, pero también coincido en que es una buena manera de aplicar la lengua en su contexto, de forma que motive más al alumnado a aprender un idioma.

    Ya que yo no había comentado antes en tu blog, es la primera vez que leo sobre el Keigo y sus características. Me sorprende mucho que su gramática y vocabulario sea completamente distinto al estándar, ya que en los idiomas que yo he aprendido siempre comparten gramática y la mayor parte del vocabulario. Entiendo que al alumnado de japonés le resulte tan difícil si la propia población japonesa tiene que refrescar su conocimiento de Keigo cuando lo necesitan. Por lo tanto, me parece muy adecuada la actividad que proponéis en vuestro grupo en la que se ve la diferencia entre la lengua vulgar y el Keigo mediante una llamada telefónica.
    Muchas gracias por acercarnos un idioma que normalmente desconocemos, espero leer próximas entradas tuyas.
    Saludos,
    Alejandra

    ResponderEliminar
  4. ¿Qué tal, Jonay? ¡Hola de nuevo!

    Me encanta pasarme por tu blog porque siempre comentas lo que hicimos en clase aplicado al japonés, y como es una lengua que desconozco totalmente y que me parece complejísima me parece contenido muy enriquecedor.

    Justamente, tu entrada me ha ayudado a darme cuenta que efectivamente las actividades de mediación en el proceso de enseñanza-aprendizaje de segundas lenguas pueden ser muy útiles también para trabajar distintos registros. Por supuesto en japonés es un caso muy claro, e imagino que para ti fue genial que trabajásemos esto en clase porque si no lo conocías te habrá abierto un mundo de posibles actividades y proyectos a realizar para trabajar el Keigo. Pero pienso que en lenguas que no diferencien tanto su estilo honorífico, como es el caso del inglés, estas actividades se podrían aprovechar para trabajar registros del lenguaje periodístico, que es tan complicado. ¿Probaste a leer alguna vez algún periódico británico? ¿O algún texto legal? Imagino que sí, y no sé qué opinarás, pero yo considero que puede ser todo un reto. Vaya, que me apunto la idea para trabajar distintos tipos de lenguajes o registros, especialmente para cursos más avanzados, claro :)

    Por otro lado, comentarte que es evidente que has reflexionado mucho sobre el tema porque has sabido transmitir tus ideas de forma muy clara y entendible para los que desconocemos el Keigo. De nuevo, me ha parecido una entrada muy interesante.

    Enhorabuena por ella y hasta la próxima,
    Sabela

    ResponderEliminar
  5. Hola Jonay!
    Entiendo perfectamente tu reflexión acerca de la evaluación de las actividades de mediación, recientemente añadidas a los exámenes de las EOI; yo entiendo que la dificultad reside en que la mediación depende de muchos factores diferentes, que cambian según la persona, la situación, el interlocutor, el tema, etc., al igual que la conversación/diálogo, que se evalúa en un estado de espontaneidad y que cada persona "fabrica" de manera diferente, por lo que asignar una nota numérica es sumamente complicado.
    En cuanto a la temática del keigo, sin duda alguna es el aspecto de la lengua japonesa más idóneo para actividades de mediación, sin el riesgo de caer en la traducción como tal. A través de esta actividad hemos logrado plasmar diferentes elementos lingüísticos necesarios para la mediación, como el discurso indirecto, la contextualización de diferentes registros, la búsqueda de otros términos dentro de la misma lengua, o incluso la paráfrasis, si rebuscamos un poco. En otras lenguas, evidentemente, es posible hacer actividades similares de traslado desde un lenguaje formal a uno informal, pero en comparación con el japonés (y lenguas que comparten esta caracerística, como el coreano), no se alcanza esa complejidad que es determinante en el keigo.
    Justamente porque es un elemento tan complicado y a veces innatural, considero que esta tipología de actividades donde el alumno participa de primera mano en la manipulación del lenguaje en sus diferentes usos es infinitamente más útil que el aprendizaje de vocabulario por tablas, donde se compara entre informal y formal, como nos pasó a nosotros. Evidentemente, el role-play tiene sus ventajas y desventajas, pero justamente en este contexto creo que se le podría sacar un mayor beneficio.

    Gracias por tu entrada y hasta pronto!
    Francesca

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares